RETORNO A LA AUTOSUFICIENCIA
Vivimos en una sociedad compleja que proporciona muchos beneficios al individuo, como la posibilidad de atención médica especializada, seguridad, justicia y la garantía de que tendremos un sustento cuando nos hagamos mayores y ya no podamos trabajar para ganarlos el pan de cada día.
Sanidad, seguridad, justicia y prestaciones sociales...cuatro conceptos, cuatro razones por las que cualquier individuo querría pertenecer a una sociedad moderna y democrática. Todo lo demás, las cosas fundamentales del entorno cercano de una persona, están al alcance de la mente y las manos de cualquiera.
¿A qué nos referimos? Pues a todo, desde la energía que nuestros hogares consumen, en forma de calor y electricidad, pasando por artículos tan necesarios como el jabón, los trabajos de acondicionamiento y mantenimiento del hogar, y, por supuesto, los alimentos que necesitamos cada día.
Ya escribimos hace algún tiempo, en mundohuerto.com, acerca de por qué cultivar nuestros propios alimentos y las ventajas que esto tiene para el individuo y para la sociedad. Por nombrar algunas, desde la mejor calidad de los alimentos autocultivados, sabor, confianza...hasta lo beneficioso que resulta aprender a cultivar frutas y verduras, a conservar el suelo, a aprovechar las fuerzas naturales, a reutilizar y reciclar nuestros resíduos, etc.
Pues bien, inmersos como estamos en una sociedad tecnológica, sustentada en el crecimiento económico y el consumo, que tantos resíduos genera, tantos recursos consume y tantos desequilibrios produce -en el mundo y dentro de cada país-, especialmente graves entre personas y entre el ser humano y la naturaleza; la recuperación de la autosuficiencia en cada vez más hogares, regresar de las ciudades -que ya no necesitan más mano de obra como antaño- al campo y llevar una vida sencilla, sin estrés y basada en una economía familiar agroecológica, social y medioambientalmente responsables, cualitativa en lugar de cuantitativa, recuperando y mejorando los conocimientos que nuestros antepasados fueron atesorando en relación con el manejo y aprovechamiento del campo; mejoraría la calidad de la vida de las personas y pondría al alcance de todos una vida serena y, seguramente, más feliz.
En el boom de las ciudades, de la economía industrial, recorrimos el camino que nos llevó del campo a las urbes de todo el mundo. Entonces necesitaban mucha mano de obra, tanto en la industría como en la construcción o en los servicios. Hoy en día vemos que las ciudades son sinónimo de desempleo, alta competitividad, precariedad y desigualdades. Sin duda ya no pueden cumplir los sueños capitalistas de quiénes dejaban el campo en busca de una vida más cómoda, más segura y menos precaria. Hoy en día la balanza se ha dado la vuelta. Lo rural crece, apoyado en el turismo verde, las actividades al aire libre, la agricultura ecológica.
Debemos apostar por la autosuficiencia en una vida rural y reducir presión en las ciudades y en el medio ambiente...contamos con la mejor herramienta de todas, el conocimiento compartido que nos brida internet.
FUENTE: por Jose A. Amigo
http://www.creadess.org/index.php/blog-creadess/357-retorno-a-la-autosuficiencia
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