9 PRODUCTOS COMUNES PARA EL HOGAR QUE ESTÁN AFECTANDO LA TIROIDES
por martin garello
por martin garello
Si llevas un régimen alimenticio muy sano y libre de tóxinas, puede que creas que estás haciendo “todo bien”, sin embargo, podrías estar haciendo daño a tus esfuerzos para mantenerte con salud al no prestar atención a los efectos nocivos de los artículos de uso diario que utilizas en casa.
La tiroides, una glándula pequeña con forma de mariposa ubicada en la parte inferior del cuello, tiene una enorme responsabilidad para los procesos metabólicos del cuerpo. En concreto, tu tiroides libera dos hormonas primarias – triyodotironina (T3) y tiroxina (T4) – que controlan el metabolismo.
Ya sea que sean sintéticas o naturales en la naturaleza, las toxinas son una pieza del complejo rompecabezas de la tiroides.
Agua del grifo
Casi todos nosotros tenemos percloratos en nuestros cuerpos, según los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades). El perclorato es un subproducto de la fabricación de cohetes y combustible de aviación, las bolsas de aire del coche y los fuegos artificiales. Esta toxina se filtra en la mayor parte de nuestra agua potable y suministro de alimentos. El estudio de los CDC encontró exposición humana generalizada al perclorato, y una conexión entre los niveles de perclorato y niveles de hormona tiroidea. El perclorato previene la producción de la hormona tiroidea, que puede conducir a síntomas bajos de tiroides. Uno estudio con bebés halló que nacen con niveles elevados de la hormona estimulante de la tiroides y pueden haber sido afectados por pequeñas cantidades de perclorato en el agua potable que su madre ingirió. Estos estudios, y la labor del Grupo de Trabajo Ambiental, mostró que no sólo es la exposición al perclorato generalizado, pero que incluso niveles bajos de exposición al perclorato pueden tener efectos negativos en la salud de la tiroides.
Soja
Se ha encontrado que los fitoestrógenos en las proteínas de soja inhiben la peroxidasa tiroidea. La soja es capaz de interrumpir la función normal de la tiroides mediante la inhibición de la capacidad del cuerpo para utilizar yodo, bloqueando el proceso por el que el yodo se convierte en las hormonas tiroideas, inhibiendo la secreción de la hormona de la tiroides, e interrumpiendo la conversión periférica de T4 a T3. Los investigadores también han encontrado que los niños alimentados con fórmula de soya tuvieron un aumento prolongado en su hormona estimulante del tiroides (TSH) , en comparación con los lactantes alimentados con fórmulas libres de soja. La soja es también comúnmente un alimento genéticamente modificado (OGM), que añade otra variable a considerar.
Pesticidas
Un estudio encontró que las mujeres casadas con hombres que usaron pesticidas en su trabajo diario, se encontraban en un riesgo mucho mayor de desarrollar problemas de tiroides que otras mujeres. Otro estudio advierte que alrededor del 60 por ciento de los plaguicidas utilizados en la actualidad puede afectar la producción de hormonas de la glándula tiroides. Muchos antifúngicos y herbicidas utilizados en los productos han demostrado que disminuye la función tiroidea y aumentan la resistencia a la pérdida de peso.
Los retardantes de llama
Se han encontrado en varios estudios que los retardantes de llama o polibromodifeniléteres (PBDE), perturban la función tiroidea. Los productos químicos retardantes de llama se encuentran en las pantallas de televisión y de ordenador/computadoras, así como en la espuma utilizada en muebles y relleno de alfombras. Los PBDE’s también se encuentran en muchos estadounidenses, y están vinculadas a problemas de comportamiento y de desarrollo.
Plástico
Más allá de una preocupación ambiental, los plásticos también pueden ser peligrosos para el entorno de tu cuerpo. El antimonio, una sustancia química que se filtra a partir de botellas de plástico, es una preocupación. Investigadores de la Universidad de Copenhague encontraron niveles de antimonio en las bebidas de frutas y zumos en botellas de plástico en niveles de 2,5 veces superior a lo que se considera seguro en el agua del grifo. Se ha demostrado que los ftalatos en algunos plásticos, disminuyen la función de la tiroides. El bisfenol A (BPA) – también usado en plásticos, envoltorio de alimentos y selladores dentales – disminuye la sensibilidad del sitio receptor de la tiroides, causando resistencia tiroida, similar a los PCB.
Productos antiadherentes
Un estudio encontró que el ácido perfluorooctanoico (PFOA), un químico utilizado para fabricar teflón, envoltorios de comida, y otros productos, puede afectar la función tiroidea, incluso a niveles moderados de exposición. Un estudio realizado en Environmental Health Perspectives encontró que las concentraciones más altas de PFOA se asocian con las condiciones de la tiroides que se ven hoy en día.
Los halógenos
Exposición al fluoruro y cloruro pueden conducir a una disminución del transporte de yodo y bloquear la conversión de la T4 en T3, que es la forma activa de la hormona tiroidea. Se encontró que el fluoruro suprime la función de la tiroides, y la dosis necesaria para reducir la función de la tiroides era baja, de 2 a 5 mg por día. Puedes absorber estos halógenos a través de tus alimentos, agua, medicamentos y el medio ambiente. Debido a que son similares a los de yodo, pueden ocupar sus receptores de yodo, haciendo inservibles los niveles de yodo en el cuerpo.
Metales pesados
El mercurio, el plomo y el aluminio pueden todos disparar a los anticuerpos, lo que a su vez puede conducir a trastornos autoinmunes de la tiroides, como las enfermedades de Hashimoto y Grave. Esta no es la intoxicación aguda que aparecería en un análisis de sangre convencional. Esta es una toxicidad de metales pesados crónica que sólo se pueden mostrar con precisión con una prueba de orina usando un agente quelante. El quelante jalará los metales a partir de las células donde se han lixiviado, por lo que en realidad puede ser medido en la prueba.
Productos antibacterianos
El triclosán es una sustancia química antibacteriana añadida a jabones, lociones y pastas de dientes. Aunque algunas investigaciones han demostrado que pequeñas cantidades es seguro, hay evidencias de que el triclosán es un disruptor endocrino e impacta la función de la tiroides. Un estudio reciente encontró que el triclosán tenía un efecto sobre las hormonas tiroideas, y otro mostró que el triclosán interactuó con los receptores de andrógenos y de la hormona estrógeno.
FUENTE: Investigación y redacción: equipo de Vida Lúcidahttp://www.lavidalucida.com/