CROQUETAS DE CALABACÍN Y ZANAHORIA VEGANAS Y SIN GLUTEN
El calabacín y la zanahoria son realmente dos hortalizas muy versátiles y dan un sabor exquisito a tus platillos. Son versátiles porque los puedes preparar en tus recetas de cocina de variadas y deliciosas formas. Desde tortitas, sopas y cremas, guisados, fritos, asados, en panes horneados, crudos, y muchos más.
Así es, tanto el calabacín como la zanahoria nos proporcionan versatilidad a la hora de prepararlos, la crema de calabacín y la crema de zanahoria, resultan deliciosas, pero en la siguiente receta fusionamos el calabacín y zanahoria para dar por resultado unas exquisitas croquetas de calabacín y zanahoria veganas, que además de aportar una gran variedad de nutrientes, no contienen gluten, lo que las hace ideales para todas las personas, especialmente las que son intolerantes a esta proteína, no contiene lácteos, ni tampoco huevo.
El calabacín es una oleaginosa muy baja en calorías, lo que la hace un excelente opción si estás en dietas reductoras. Es 95% agua y contiene una gran cantidad de minerales y oligoelementos. Contiene fósforo, magnesio, potasio y calcio. Tiene además alto contenido en vitaminas y es excelente para nutrir la piel y para padecimientos como la gastritis. Es mejor comerla con su cáscara la cual posee alto contenido de nutrientes y también, si la vas a consumir, madura te aporta más contenido en fibra.
Las zanahorias son una grandeza en nutrientes que debe ser consumida a diario porque aporta mucho a la salud. Contienen fitoquímicos que son sustancias de plantas bioactivas encontradas en frutas, verduras y nueces. Es rica en betacaroteno y minerales como el hierro, potasio, calcio, fósforo vitaminas y ácido fólico y además es un vegetal bajo en calorías también. Simplemente beber un jugo de zanahoria antes del desayuno puede tratar enfermedades.
Es así que estas croquetas de calabacín y zanahoria veganas sin gluten, son ideales para picar entre comidas pero puedes incluso acompañarlas con tus almuerzos y cenas dentro de tu dieta para bajar de peso y es fácil de preparar.
Ingredientes Porciones: 4
1 1/2 tazas de calabacín, finamente rallados
1 1/2 tazas de zanahoria, finamente ralladas
1 cucharadita de aceite (de semilla de uva, aceite de oliva o de coco)
2 cebollines finamente picados
¼ cucharadita de pimentón
2 cucharadas de almidón de patata o maíz
1 taza de harina de almendras o de coco
½ cucharada de levadura nutricional o ¼ taza de queso vegano (opcional)
sal marina y pimienta negra al gusto
Precalienta el horno a 200 ° C (400° F) y prepara dos bandejas planas con papel encerado.
Coloca el calabacín y zanahoria finamente rallados sobre un paño de cocina limpio y seco. Espolvoréalos con sal, la sal ayuda a extraer el exceso de humedad. Deja reposar durante 10 minutos.
Mientras están reposando, sofríe la cebolla en el aceite hasta que esté transparente y reserva.
Pon el calabacín y la zanahoria en un paño para ser exprimidos (un paño que se utiliza para hacer quesos es bueno). Una vez enrollados, aplica presión para obtener el exceso de humedad de los dos.
Mezcla el calabacín, zanahoria, cebolla, levadura nutricional, pimentón, el almidón y ½ taza de harina de almendra. Mezclar con las manos hasta que la mezcla esté espesa y húmeda. Añadir más harina de almendra según sea necesario para obtener una consistencia que se mantendrá unida – la consistencia variará en función del contenido de humedad de los calabacines. Prueba la mezcla y ajuste la sazón si es necesario.
Haz las tortitas y colócalas suficientemente separadas para que no se toquen en las bandejas.
Opcional: Tira las croquetas en harina de almendra extra para un toque adicional. Rocía ligeramente cada croqueta con aceite para ayudar a que queden crujientes en el horno.
Hornea por 10 minutos o hasta que comiencen a dorarse. Voltear y cocer otros 10 minutos o hasta que estén doradas por todas partes.
Dejar enfriar unos minutos antes de retirar de las bandejas.
Almacenamiento: Congela las croquetas en una bandeja. Una vez congeladas guardar en un recipiente hermético o bolsa de plástico con cierre hermético. Para recalentar, coloca en una bandeja con papel encerado mientras siguen congeladas y cocer durante 15-20 minutos o hasta que estén crujientes.
FUENTE: por Tay Cuéllar
Redacción de Vida Lúcida
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