viernes, 16 de diciembre de 2016




¿POR QUÉ COMER TOMATE ORGÁNICO?
El tomate es una de las hortalizas más codiciadas. Junto con la papa es el cultivo más consumido en el mundo y, por su alta calidad nutricional, constituye un gran aporte vitamínico para la población. Se consume fresco, industrializado y en seco. Por el alto contenido en vitaminas y minerales, y su atractivo sabor, es muy usado en la cocina pero también se le atribuyen propiedades medicinales como digestivas, desinfectante y antiescorbútico. Contiene vitamina C, potasio, fibra y beta-caroteno, precursor de la vitamina A, y es importante fuente de licopeno, que cumple un importante rol como alimento funcional en la prevención de enfermedades.

Es de origen americano y se han encontrado ancestros del tomate que consumimos actualmente en la región andina desde Colombia hasta el norte de Chile, incluidas las Islas Galápagos. Pero el tomate actual ya no se encuentra en forma silvestre.

El tomate es una planta herbácea, que puede permanecer en forma perenne en climas tropicales. Se cultiva como anual debido que lo afectan tanto las sequías como las heladas. En Argentina tenemos producción de tomate todo el año, ya que en invierno las provincias del Norte como Salta y Jujuy poseen inviernos benignos que no perjudican al tomate, y luego Corrientes también puede proveer tomates antes de que se pueda cosechar tomate en Buenos Aires, que es recién a partir de octubre y noviembre de cultivos en invernaderos, protegidos del frío.

El tomate es un cultivo muy sensible a muchos insectos y enfermedades, y además tiene un período de cosecha muy largo (de 3 a 5 meses).

Por lo tanto, los tomates convencionales (no orgánicos) en su gran mayoría son pulverizados con productos químicos varias veces durante el ciclo de cosecha. Se han registrado más de 40 aplicaciones con agroquímicos en un cultivo de tomate convencional a lo largo de la temporada. Como la cosecha es casi diaria, no siempre se tiene en cuenta lo que se llama el tiempo de carencia del producto (que es el tiempo que se debe esperar entre que se aplica el producto y se cosecha el tomate para esperar a la degradación teórica del mismo).
Además, el tomate es un fruto que tiene problemas de polinización, es decir el acontecimiento por el cual el polen pasa a la parte femenina de la flor y luego se podrá formar el fruto. Por lo tanto, en muchas producciones de tomate convencional se usan hormonas vegetales para que el fruto se forme aunque haya problemas de polinización (se induce a un fruto que se llama “partenocárpico”). Así estos frutos son más huecos, más grandes a veces también, pero con menos semilla y menos jugo. También con menos sabor.

Los tomates orgánicos no tienen residuos de agroquímicos, no se han usado en su producción hormonas de ningún tipo, y además los productores orgánicos prefieren el uso de semillas orgánicas conservadas por los productores, como son los tomates locales o de herencia o “reliquia” que son tomates que tienen diferentes colores sabores y formas.

(*) El MAPO, Movimiento Argentino para la Producción Orgánica, se creó en 1995 y es la Organización No Gubernamental orgánica más importante de la República Argentina, registrada como Sociedad Civil sin Fines de Lucro. Reúne en su seno a todas las entidades, personas, empresas u ONGs, que se relacionan de algún modo con la producción orgánica, o establece contactos y acuerdos con las pequeñas organizaciones afines del interior. Son sus asociados productores, certificadores, investigadores, científicos, técnicos, educadores, empresarios y comercializadores orgánicos. Los objetivos fundamentales del MAPO son: a) Promover la producción orgánica, b) Difundir y demostrar a la comunidad los beneficios del sistema de producción y de la alimentación orgánica, c) Asegurar la calidad y la transparencia de los Mercados orgánicos y d) Expresarse en defensa del Movimiento Orgánico y sus integrantes.

FUENTE: http://www.ecoportal.net/Alimento-Estrella/Por-que-comer-tomate-organico
http://sabelatierra.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario