martes, 16 de agosto de 2022

CAMINAR: EL MEJOR EJERCICIO PARA LA MENTE Y EL CUERPO

Siempre adaptándolo a las capacidades y posibilidades, el ejercicio de caminar puede resultarnos muy beneficioso. Basta con practicarlo media hora al día para mejorar la salud cardiovascular y liberarnos del estrés. ¿Alguna vez te has preguntado cuál puede ser el mejor ejercicio para la mente y el cuerpo? ¿En qué opciones has pensado? ¿Incluiste entre ellas caminar? Si no lo hiciste, te invitamos a que lo hagas de ahora en adelante, pues este sencillo ejercicio tiene mucho que aportar la salud. De hecho, pocos ejercicios resultan tan terapéuticos y adecuados para casi cualquier edad. Según la European Society of Cardiology caminar unos 20-25 minutos todos los días nos va a permitir cuidar del corazón y disfrutar de un gran bienestar en términos generales. Ojo, esto no va solamente por la línea física de tener un peso saludable y unas piernas tonificadas o una buena capacidad de resistencia, también va en la línea psicoemocional, pues puede ayudar a aliviar tensión emocional y estrés. Es más, según los expertos de la Universidad de Harvard, caminando todos los días (el tiempo ya mencionado o incluso más) podríamos ganar entre 3 y 7 años más de vida. Entonces ¿por qué no integrar más caminatas a tu rutina? Solo necesitas unas buenas zapatillas y una zona agradable por donde andar y que, además, favorezca tu oxigenación. Sería ideal si vas al campo o una zona verde habilitada para caminar. ¡Te ofrecemos 5 buenas razones por las que deberías empezar hoy mismo! Caminar, un buen remedio antiestrés Algo que debemos tener muy en cuenta es que el mayor enemigo para la salud en la sociedad actual son el estrés, la rutina y los pensamientos negativos. En ocasiones, el simple hecho de hacer todos los días lo mismo acaba “automatizando” el cerebro, y no hay nada más peligroso que un cerebro falto de estímulos y descanso. Salir a andar, sin presiones, sin más obligaciones, solo con una botella de agua y bien equipados para ello supone una liberación mental que las neuronas agradecen. Se relativizan pensamientos, oxigenamos las células y, de pronto, la vida pierde “su rigidez” para permitirnos ser más libres. Caminar nos ayuda además a reconectar con las necesidades emocionales. Iniciamos un diálogo interno liberador que relaja muchas de las estructuras cerebrales para regular la neuroquímica asociada al estrés. Caminar nos vuelve más creativos, encontramos nuevas soluciones a los problema Puede parecer una tontería, pero algo tan sencillo como cambiar de “escenario”, poner en marcha el corazón y aportar mayores niveles de oxígeno al cerebro, favorece la liberación de determinados neurotransmisores que van a conseguir lo siguiente: Regular los niveles de cortisol (a mayor nivel aparece el estrés, pero en un límite adecuado favorecemos la motivación y la energía). Se reorganiza la neuroquímica del córtex frontal, ahí donde establecemos planes, metas, donde aparecen nuevas ideas favorecidas por las emociones, ahora más relajadas. Otro aspecto que debemos tener en cuenta es que las personas estamos acostumbradas a movernos casi siempre por los mismos escenarios, y por espacios más bien pequeños. Algo tan sencillo como salir a andar por el campo nos trae nuevos olores, sensaciones, estímulos visuales. Una mente más relajada y rodeada de estímulos placenteros tiene la capacidad de generar nuevas y mejores ideas. Así que si en algún momento te sientes atrapado o presionado ante un problema, ya lo sabes: sal a caminar. Andar, el ejercicio favorito del corazón Hay un aspecto que debemos tener en cuenta. No se trata de “correr”o de andar excesivamente rápido. Si de un día para otro exigimos al cuerpo algo a lo que no estamos acostumbrados puede ocasionarnos problemas. A la hora de caminar basta con seguir una marcha normal, pero sin llegar a correr. De ese modo, no nos cansamos en exceso y obligamos al corazón a “ponerse en marcha”, a mejorar la circulación y a oxigenar los tejidos del cuerpo. Al mejorar la presión sanguínea regulamos también el nivel de azúcar en sangre. Caminar nos permite también mantener el peso corporal y combatir la obesidad. Mejoramos la salud del sistema inmunitario, y también liberamos muchas de esas toxinas que tienden a enfermarnos o a traernos la clásica retención de líquidos. Caminar para cuidar de los huesos Uno de los mayores riesgos para la salud ósea es el sedentarismo. Pasar entre 8 y 12 horas sentados debido al trabajo nos trae graves consecuencias que se van acumulando y que serían las siguientes: Rigidez articular. Falta de elasticidad muscular. Acumulación de grasa, que supone una sobrecarga para los huesos. El cartílago pierde fortaleza y elasticidad. Queda claro que si tenemos una lesión de espalda o rodilla no podemos someternos a largas caminatas. En muchos casos, algo tan sencillo como caminar unos 10 minutos en una cinta de andar donde la superficie es plana y segura nos puede resultar muy terapéutico. En caso de tener un problema óseo, debemos atender las particularidades para no provocarnos una lesión. Por ello, lejos de renunciar al sano ejercicio de caminar, puedes consultar con un especialista cuál sería el mejor modo de llevar a cabo este ejercicio. Para ello, ¡contacta con un experto en deporte o entrenador personal! Caminar todos los días durante 20 minutos nos protege frente a la pérdida de masa ósea y la descalcificación. Como indican varios estudios, cada vez que caminamos al aire libre recibimos una buena dosis de vitamina D, muy necesaria para mejorar la coordinación muscular y reducir el riesgo de fracturas. Además de ello, el terapéutico ejercicio de andar nos permite, gracias a la reactivación de la circulación sanguínea, que los nutrientes lleguen de modo efectivo a todas las partes del cuerpo. ¿Y tú? ¿Ya has salido hoy a andar? ¡Vale la pena! FUENTE: https://mejorconsalud.as.com/caminar-mejor-ejercicio-la-mente-cuerpo/

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