martes, 9 de agosto de 2022

ENSALADA DE CALABACÍN CON SALSA DE CACAHUETE

Aún recuerdo el primer día que mi madre me puso una ensalada de calabacín crudo delante y cómo casi me da algo. En mi defensa diré que soy poco quisquillosa con las verduras (excepto con el pepino), pero aquel día, tener que comerme el calabacín sin saltear, la verdad es que me dejó un poco alucinada. ¡Nunca antes pensé que el calabacín podía comerse crudo! Más adelante, aprendí que con el calabacín pueden prepararse unos divertidos tallarines tan solo con la ayuda de un pelador y esta semana he querido repetir la idea pero creando una receta diferente. Se trata de una fresca ensalada con un sabor un poco exótico: ensalada de calabacín con salsa de cacahuete. Y digo que es un plato con un sabor exótico porque me he inspirado en una ensalada tailandesa a base de pepino y salsa de cacahuete. ¡Son dos ingredientes que combinan a la perfección! Ya me veis que hace pocas líneas os estaba comentando que le tengo manía al pepino. Pero el cacahuete es lo que tiene: es tremendamente delicioso y lo contagia por todo el plato. Seguro que muchos de vosotros compartís mi opinión. 😉 Este es, sin duda, un excelente plato para preparar en verano. Además de ser una ensalada muy fresca, es una buena fuente de hidratación. Más del 95% del calabacín es agua, así que imaginaos que con comer poco más de 200 gramos de calabacín os estáis bebiendo casi un vaso de agua. Así que me parece que el calabacín crudo es un buen alimento para ayudar a recuperar la pérdida de líquido que sufrimos con las altas temperaturas del verano. Recordad que es súper importante hidratarse a lo largo del día. Aún recuerdo en más de una carrera, siendo una runner inexperta, la sensación de agotamiento tan grande que sufría a medio camino por no haberme hidratado el día previo a la carrera. Así que ya sabéis, una botella de agua siempre encima, y comidas ricas en líquido como esta ensalada de calabacín. 😉 Para los que nunca habéis comido calabacín crudo, os diré que nada tiene que ver como cuando está cocinado. El calabacín crudo prácticamente no tiene sabor, por lo que es un buen lienzo en blanco para mezclarlo con otros ingredientes (así, a lo loco). Y además, al rallarlo con un pelador queda con una textura de tallarín súper divertida. No hay persona que se resista a probar qué se siente al comer unos tallarines de calabacín crudo. Y ademas, ¿sabéis los niños que le tienen manía a la verdura? Pues cambiad la pasta por los tallarines de calabacín con una salsa de tomate casera. 😉 Para mi, el secreto del plato es la salsa de cacahuete y el toque de cilantro. Para hacer la salsa he utilizado una bebida de almendras que no tiene ningún tipo de azúcar o edulcorante, por lo que la salsa no queda dulce y tiene el toque de sabor a almendras que le viene de perlas. En ocasiones, las bebidas vegetales son una alternativa al caldo o al agua para hacer elaboraciones de este tipo. Mi recomendación es que siempre escojáis una bebida sin saborizantes ni edulcorantes. De lo contrario, las salsas os pueden quedar con un sabor extraño… imaginaos una salsa pesto con regusto a vainilla. :S Aunque para gustos, los colores. Volviendo a la salsa, veréis que es muy sencilla. Sofrito de cebolla, salsa de soja, mantequilla de cacahuete y la bebida de almendras; se tritura todo y listo. ¡Más fácil imposible! Dependiendo de si os gusta más o menos espesa, o más o menos fuerte de sabor, podéis rectificar la cantidad de bebida de almendras o de salsa de soja. Espero que disfrutéis mucho de esta receta y pueda convertirse en un plato que refresque muchos días de vuestro verano. Cantidad: Para 4 personas INGREDIENTES 2 calabacines grandes 1 pimiento rojo pequeño ½ cebolla tierna ½ pepino pequeño 10 ramas de cilantro fresco Para la salsa: ½ cebolla 50 g de bebida de almendras 50 g de mantequilla de cacahuete 10 g de salsa de soja Empieza preparando la salsa. Pica la cebolla y sofríela con un poco de aceite. Deja cocinar hasta que adquiera un color tostado y esté bien blanda. A continuación, tritúrala con la bebida de almendras, la mantequilla de cacahuete y la salsa de soja. Pela y corta la cebolla tierna en juliana. Reserva. Limpia el pimiento rojo, el pepino y el calabacín. Corta el pimiento rojo en palitos finos de 3 cm de largo y el pepino a rodajas finas. Por último, con un pelador, pela el calabacín haciendo cortes de un extremo al otro. Desecha la piel. Monta la ensalada mezclando los tallarines de calabacín con el resto de las verduras, y aliña con la salsa y el cilantro fresco picado. FUENTE: https://delantaldealces.com/ensalada-calabacin-salsa-cacahuete/

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