sábado, 3 de octubre de 2015

LOS GERMINADOS, UNA FUENTE DE SALUD

Con su excepcional vitalidad, su riqueza en vitaminas, minerales, oligoelementos, aminoácidos, enzimas y demás sustancias biológicas activas, corrigen las carencias provocadas por la alimentación moderna, deteriorada con los procedimientos industriales.

Con su excepcional vitalidad, su riqueza en vitaminas, minerales, oligoelementos, aminoácidos, enzimas y demás sustancias biológicas activas, corrigen las carencias provocadas por la alimentación moderna, deteriorada con los procedimientos industriales. No es fácil mantener una buena salud con el modo actual de vida. Por eso, los germinados pueden ayudarnos mucho si los añadimos a nuestra alimentación.

Un germinado es cualquier semilla que ha brotado gracias al contacto con el agua, el aire y el calor, con lo que comienza a crecer. La germinación es una intensa actividad metabólica; en ella tienen lugar varias reacciones químicas, entre las cuales destaca la síntesis de enzimas. Los cambios químicos que ocurren en la semilla al germinar activan una fábrica enzimática poderosa, que no se supera nunca en cualquier estadio posterior de crecimiento. Esta rica concentración enzimática actúa sobre el metabolismo humano, conduciendo a una regeneración del torrente sanguíneo y de los procesos digestivos.

Cualidades de la germinación
Si diéramos un valor nutritivo hipotético de 100 a los granos y semillas, nos encontraríamos que:

   Si molemos el grano, ese valor se reduce de 100 a 10.
   Si hacemos germinar esos mismos granos, el valor nutritivo nos aumenta de 100 a 1.000, e incluso a 10.000.

La germinación representa pues la técnica más efectiva para aportar a nuestro organismo energía vital concentrada. Los procesos industriales de refinamiento de los alimentos ocasionan carencias en los mismos, que, a la larga, pueden acabar afectando a nuestro organismo; la adición de los germinados a nuestra dieta puede prevenir estas ausencias. Así como las plantas verdes regeneran el aire que nos rodea, los germinados sanean nuestro cuerpo por dentro.

Son en sí mismos un concentrado de sustancias generadoras de salud, elementos que la vida elabora de forma mucho más perfecta que un complejo laboratorio. Y son los alimentos menos contaminados que se puedan encontrar. Si un grano germina, es que tiene calidad suficiente para hacerlo, porque a cierto nivel de degeneración, las plantas dejan de ser capaces de reproducirse.

Personas con problemas digestivos, y enfermos convalecientes, que no pueden alimentarse con los demás alimentos crudos, pueden, sin embargo, comer germinados. Su riqueza enzimática facilita la absorción por el organismo y no ocasiona leucocitosis postpandrial (aumento de la cantidad de leucocitos en la sangre).

El consumo de germinados no genera ácido úrico. Pueden tomarlos tranquilamente las personas que padezcan gota. Los germinados contienen mucha vitamina C y, por lo tanto, una persona que no esté acostumbrada a consumirlos y cuya dieta no sea rica en fruta fresca puede sentir efectos estimulantes. Por esta razón, el consumo de estos alimentos proporciona más vitalidad, y hace que desaparezcan el cansancio y los problemas digestivos. Los germinados son el alimento idóneo para cualquier persona. No hay limitaciones de edad; son tan adecuados para los niños como para los ancianos.

Los germinados en la cocina
Algunas personas consideran que los germinados, en general, son un poco sosos. Encuentran que, como a la lechuga sola, les falta "algo" para excitar nuestro apetito. Tal vez una cocina demasiado cargada en especias y condimentos disminuye cierta sensibilidad gustativa y, por tanto, se hace más difícil poder apreciar sabores más sutiles.

Pero, en general, aunque sobre gustos no hay nada escrito, las personas con un mínimo de sensibilidad aprecian su sabor y los encuentran deliciosos. Los germinados pueden consumirse tal cual en la ensalada, bien aliñados o acompañados de salsas o frutas que cubran esta necesidad de sabor que experimenta el organismo.

Para cocinar no es necesario cocerlos, pues este proceso les quita su cualidad de alimento vivo, y su potencial de enzimas, vitaminas y sustancias biológicas se reduciría prácticamente a cero.

¿Sabías qué...?
Encontramos la descripción de las sencillas técnicas de germinación en las Escrituras de los Esenios, que vivían en Israel y Egipto en tiempos de Cristo. En tiempos no tan lejanos, tanto Vasco de Gama como Magallanes pudieron realizar sus largas travesías gracias a los germinados, que protegían a su tripulación del escorbuto.

FUENTE: Santi Vilalta http://www.haztevegetariano.com/

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